Este proyecto consta de cuatro departamentos con una superficie total de construcción de 420m2, lo que permite aprovechar al máximo el terreno disponible. La concepción de este proyecto se basa en dos premisas fundamentales: la integración de las viviendas con áreas verdes y la posibilidad de expansión futura, de ahí su nombre. La planta baja se orienta hacia el suelo, mientras que la planta alta se abre hacia el cielo.

En la planta baja, el programa arquitectónico se integra con una franja de patio que rodea sus bordes. Un patio interior penetra en la zona construida, creando así una dinámica entre el espacio interior y el exterior.

En contraste, los departamentos en la planta superior cuentan con su propio espacio exterior en forma de terrazas privadas, cada una con su entrada exclusiva hacia dicha terraza. Además, se incorporan amplios ventanales que conectan el interior con el entorno exterior.

La disposición general del proyecto se organiza de manera que las áreas más públicas se ubican hacia la calle, mientras que a medida que avanzamos hacia el interior del edificio, nos encontramos con espacios más privados, es decir, las habitaciones.